Para entender el término, lo primero: exponer que se trata de una palabra derivada del Griego.
-El prefijo “a-”, que viene a traducirse como “sin”.
-El sustantivo “gnosis”, que significa “conocimiento”.
-El sufijo “-tikos”, que se utiliza para indicar “relativo a”.
El término agnosticismo fue creado por el biólogo inglés Thomas Henry Huxley (1825 – 1895). En concreto, lo acuñó en el año 1869, aunque existen teorías que establecen que quizás el mismo, aunque no existiera aún el término como tal, fue obra de otros autores anteriores. Así, se determina que se pueden encontrar ya orígenes agnósticos en figuras relevantes como Protágoras, por ejemplo.
Agnóstico es un adjetivo que califica a lo que está vinculado al agnosticismo: una posición filosófica que sostiene que las cuestiones divinas y aquello que va más allá de la experiencia escapan de la comprensión de los seres humanos. Los individuos agnósticos, por lo tanto, afirman que lo divino no es accesible al entendimiento de las personas.
Lo habitual es que el agnosticismo es reflexionar sobre la existencia, o no, de Dios. El agnóstico sostiene que no está en condiciones de afirmar la existencia de Dios, pero tampoco de negar: lo que hace es dejar la creencia en suspenso ya que la existencia de Dios no es susceptible de consideración de acuerdo a criterios de veracidad y falsedad.
Dicho de otro modo: la existencia o inexistencia de Dios escapa al entendimiento del ser humano. Los agnósticos, en el sentido más amplio, creen que determinadas afirmaciones no pueden analizarse a partir de los valores de veracidad. De acuerdo a la lógica, algo puede ser verdadero o falso. Para los agnósticos, las expresiones vinculadas a temas metafísicos y religiosos no pueden someterse a esta consideración ya que no son cognoscibles.
Esta postura resulta diferente de la sostenida por los ateos. Quienes defienden el ateísmo, no creen en la existencia de Dios. En algunos casos, se habla de ateos agnósticos ya que no creen en la existencia de Dios pero reconocen no estar en condiciones de saber si, efectivamente, existe una deidad.
Hay quienes son calificados, por otra parte, como agnósticos débiles. Estos sujetos creen, en la actualidad, la existencia de Dios está más allá del entendimiento humano, aunque dejan abierta la posibilidad de que dicho juicio cambie en el futuro a partir de nuevas evidencias.
De la misma manera, no podemos pasar por alto la existencia de otros tipos de agnosticismo como serían los siguientes:
-El agnóstico fuerte o estricto, que viene a dejar patente que ni él ni ninguna otra persona puede saber si existe o no una deidad.
-El teísmo agnóstico, que se caracteriza porque afirma no conocer la existencia de una deidad pero que, de todas formas, cree en la misma.
-El agnosticismo pragmático. También responde al nombre de pragmático y no le da importancia a la existencia o no de una deidad, pues considera que aunque existiera sería indiferente al bienestar del ser humano y al universo en general.WIKIPEDIA.ORG