EL HOMBRE JUSTO REHUSA COMPLICIDAD CON EL MAL
Escribe: Egly Colina Marín
EL HOMBRE JUSTO se niega rendir homenaje a los falsos valores . Todo privilegio inmerecido le parece una inmoralidad. Todas estas afirmaciones son una reconocimiento a los valores reales. Ama al virtuoso, al trabajador, al que mejora con su esfuerzo, las condiciones de vida a sus semejantes. Al que estudia y eleva su personalidad en ello.
Se requiere de una gran firmeza para ser una persona justa. EL DÉBIL PUEDE SER CARITATIVO, pero no sabe ser justo. La caridad se contrapone a la justicia, porque ésta es la equidad, no la dádiva. La justicia no es ocultar las lacras sociales, es SUPRIMIRLAS.
El hombre justo quiere que desaparezcan el favor y la caridad porque son dos elementos innecesarios, desde el punto de vista social, más no, desde la visión cristiana. Aunque, San Agustín el Patrístico afirmaba que: quien no quiere trabajar que no coma y que quien tiene un solo pan no debe darlo entero, primero debe saciar su hambre, porque entregarlo no es caridad, ya que ésta, primero debe ser aplicada con uno mismo.
El hombre justo es por fuerza ESTOICO (que muestra fortaleza y dominio sobre si mismo, especialmente ante las desgracias y dificultades) y, debe serlo siempre... y con todos, sabe decir NO a sus allegados y a si mismo cuando le salta una tentación injusta.
LA JUSTICIA ES EL EQUILIBRIO ENTRE LA MORAL Y EL DERECHO
LA JUSTICIA ES EL EQUILIBRIO ENTRE LA MORAL Y EL DERECHO
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