jueves, 3 de octubre de 2013

LA VOLUNTAD POR AMOR A VENEZUELA


LA VOLUNTAD POR AMOR A VENEZUELA
Escribe: Egly Colina Marín

El secreto de los grandes caracteres es la decisión oportuna.  Después de pensar, querer, deseo de hacer las cosas. Por el pensamiento en toda empresa, medimos nuestra fuerza, ante los obstáculos. Equivocarse, es una culpa. Una vez analizado y decidido, y al manifestar un SI, claro como un haz de luz, TU voluntad debe ser inflexible. Siempre adelante.

No podemos vacilar, tal como lo aseveró Nuestro Libertador SIMÓN BOLÍVAR, en un Discurso ante la Sociedad Patriótica. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos”… Simón Bolívar, el 03 de julio de 1811.
La voluntad sana jamás falla, traiciona, ni repudia. NO HAY MORAL sin la firmeza de la conducta. Cuando un hombre sin voluntad se propone volar termina por el suelo arrastrándose en el lodo. LA FÓRMULA PERFECTA ES DECIR: HAGO Y NO  DECIR HARÉ que es el lema del sin voluntad.

La voluntad se prueba en la acción. Existe muchas veces el deseo de realizar empresas, pero sin basamento, es decir, alocadas, y es de ignorantes emprenderlas; sin embargo, es mayor el número de empresas que solo se piensan, se proponen…Y, luego las ven como imposibles de realizar, porque NO EXISTE LA VOLUNTADSin la voluntad de ejecutarlas, esas personas pasan el año, posponiendo  el inicio para el mes siguiente, y así sucesivamente,  sin trabajar, a esos se les llama holgazanes.

VENEZUELA, está capacitada para emprender grandes retos, porque tenemos principalmente el capital humano, pero nuestra voluntad debe ser inflexible a la hora de iniciarnos en ese propósito. Nada se consigue sin la voluntad del trabajo, en momentos de dificultad es, es cuando debemos liberarnos de cualquier prejuicio y asumir nuestra cuota de responsabilidad, porque VENEZUELA ES NUESTRA, Y NOS NECESITA. Somos un gran país, de luchadores, no es momento de reproches ni de agresiones, todos somos hermanos de la libertad,  por ello, DEBEMOS ESTAR UNIDOS.

Finalmente, cito a José Ingenieros cuando afirmó:…” las más frecuentes infelicidades, arraigan en nuestra propia pereza. El barco no avanza si el marino soñoliento no abre sus velas en la hora propicia, se desvía de su derrotero si el piloto no da a buen tiempo el golpe de timón. Por eso, la VOLUNTAD, debe estar siempre lista para actuar; un solo minuto de vacilación puede perder al hombre, si en ese minuto coincide la oportunidad.”
Cuando se une la oportunidad y existe la preparación, SE OBTIENE EL ÉXITO. NO HABLEMOS ENTONCES DE SUERTE…

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